Condes de Albarei

Carballo Galego: la exclusividad hecha albariño

Carballo Galego: la exclusividad hecha albariño

La crianza en barricas de roble gallego proporciona una identidad singular a uno de los vinos más fascinantes y originales elaborados por Condes de Albarei. La producción apenas llega a las 6.000 botellas al año

El vino es sinónimo de exclusividad. De originalidad y buen gusto. Conseguirlo no siempre es fácil. Distinguirse en un mercado trufado de referencias es un ejercicio complejo. Y delicado. Que requiere de mucho conocimiento y de ciertas dosis de ambición. De valentía. Durante sus más de 30 años de vida, Condes de Albarei se ha significado por reunir todos y cada uno de los ingredientes de este cóctel. Una forma de entender el mundo del vino que ha permitido alumbrar elaboraciones como Carballo Galego, la exclusividad hecha albariño.

Un albariño genuino que encuentra en su nombre la que es, seguramente, su característica más especial: una crianza de tres meses en barricas bordelesas de roble gallego. La más especial, pero en absoluto la única.

Y es que Carballo Galego se elabora con una uva albariña que debe cumplir, sí o sí, con determinadas exigencias: una materia prima procedente de cepas viejas y racimos de pequeño tamaño y una óptima maduración.

Es así como Condes de Albarei selecciona los mejores mostos flor, que fermentarán en barricas de roble gallego junto con sus lías durante tres meses con un objetivo irrenunciable: obtener un albariño de gran carácter y singularidad.

Y al alcance de solo unos pocos. No en vano, la producción apenas llega a unas 6.000 botellas al año. Es esa exclusividad hecha albariño que define esta maravilla elaborada por los viticultores y los enólogos de Condes de Albarei. Un vino que responde con voz propia a los criterios de calidad y singularidad.

Una originalidad que obedece en parte a esa crianza corta en barrica de roble. Un período de solo tres meses para aportar a Carballo Galego el equilibrio perfecto entre el aporte de la madera y los aromas varietales.

Nota de cata

Un albariño de color amarillo limón con reflejos dorados que en nariz descubre frutas de hueso, cítricos y flores combinadas con notas de tostados, vainilla, café y coco tan propias de la crianza en barrica.

En boca, Carballo Galego es un vino denso, glicérido, largo y con una gran persistencia aromática. Una elaboración que le procura al amante del vino una delicada armonía entre la frescura característica de los vinos albariños con el volumen y estructura de las crianzas en madera. Un aporte este último que se percibe de nuevo por retronasal con los aromas varietales predominante: ligeras notas de especiados, vainillas…

En definitiva, una delicia para los sentidos. Se lo decíamos al principio: la exclusividad hecha albariño.
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