La tradición de fermentar y envejecer el vino en barricas de roble se remonta a siglos atrás en la historia, pero continúa siendo una práctica valorada en la vitivinicultura moderna.
Las barricas de roble no solo representan un recipiente para almacenar el vino; sino que juegan un papel crucial en el desarrollo de su sabor, aroma y textura. En este post descubrirás por qué el roble es tan apreciado en la elaboración de vinos de calidad.
- Historia de la fermentación del vino en barrica
- La influencia del roble en el vino
- Tipos de barricas de roble y sus efectos
- Selección y cuidado de las barricas de roble
- Innovaciones y tendencias
Historia de la fermentación del vino en barrica
El almacenamiento y conservación del vino en grandes recipientes son prácticas que se remontan a las antiguas Grecia y Roma. En estas épocas, los recipientes que se empleaban eran ánforas de arcilla. Más adelante, en la Edad Media, comenzaron a utilizarse las barricas de madera en Europa.
Los monjes de esta época decidieron emplear la madera de roble por ser el árbol que más se encontraba, así como por su ductilidad, ya que permitía darle a los recipientes la forma deseada.
La influencia del roble en el vino
Las barricas de roble aportan al vino una serie de características únicas que son difíciles de replicar con otros métodos. Durante el proceso de fermentación y envejecimiento, la madera de roble interactúa con el vino de formas que mejoran su complejidad.
Aportes aromáticos y gustativos
El roble tiene la capacidad de enriquecer el vino con una gama de sabores y aromas que incluyen vainilla, coco, especias y un toque ahumado. Estos compuestos son el resultado de la lignina y otros componentes químicos presentes en la madera que se liberan lentamente en el vino durante el proceso de envejecimiento.
Oxigenación
A diferencia de los recipientes herméticos, las barricas de roble permiten una pequeña cantidad de intercambio de oxígeno. Esta oxigenación es crucial para suavizar los taninos del vino, haciéndolo más redondo y agradable al paladar.
Estructura y complejidad
Los taninos que se transfieren del roble al vino contribuyen a su estructura y complejidad. Estos taninos pueden ayudar a estabilizar el vino y permitir que evolucione y mejore con el tiempo en la botella.
Tipos de barricas de roble y sus efectos
Es precisamente la madera lo que aporta polifenoles, taninos hidrolizables y compuestos que le dan sabores y aromas al vino. Las maderas más utilizadas para las barricas son las de roble francés y las de roble americano.
En el caso de la madera de roble francés cabe destacar que ésta es blanda y con finos poros. Esto permite transmitir sus atributos de forma equilibrada y agrega unas notas sutiles de algunos aromas y sabores, como la vainilla, la miel, los frutos secos, especias dulces y balsámicas.
La barrica americana es muy resistente y porosa, por lo que se transfieren sus atributos con mayor facilidad. Este tipo de barrica requiere de menos tiempo de crianza y tiene mayor concentración de taninos. Además, transfiere atractivos aromas como a coco, café, humo, tabaco y cacao. Una de sus ventajas frente a la francesa es que es mucho más económica.
Aún así, las barricas francesas y americanas no son las únicas que se utilizan para la maduración del vino. En Condes de Albarei, nos hemos decantado por las barricas bordelesas de roble gallego para la fermentación de algunos de nuestros albariños, como Carballo Galego. La madera de roble gallego aporta taninos al vino, potenciando así su sabor.
Selección y cuidado de las barricas de roble
La elección de la barrica de roble es una decisión crucial, ya que influirá directamente en el perfil final del vino. Las barricas pueden ser nuevas o usadas, tostadas a diferentes niveles y su mantenimiento es esencial para evitar sabores no deseados o contaminación.
Innovaciones y tendencias
Si bien la tradición del roble sigue siendo fuerte y, en Condes de Albarei, optamos por ella, muchos enólogos están constantemente explorando nuevas técnicas, como el uso de chips de roble o barricas híbridas, para lograr efectos similares a un costo menor.
La fermentación y envejecimiento en barricas de roble continúa siendo una práctica muy apreciada en la vitivinicultura. El roble no solo es un contenedor, sino un colaborador esencial que imprime al vino una identidad y una calidad que los aficionados y conocedores del mundo vitivinícola aprecian en todo el mundo.